Durante el pasado año se registraron 1.698 operaciones de compraventa de viviendas en Ibiza y Formentera, alrededor de un 15% menos que en el periodo de 2017.
Esta pronunciada bajada es debida principalmente al elevado precio de los pisos y sitúa esa cifra por debajo de la del año 2016 según los datos publicados por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat).
Las dos principales islas baleares, Mallorca e Ibiza, se han visto afectadas en una gran reducción de compraventas de casi tres centenares menos respecto al año 2017, mientras que por primera vez en la reciente historia de las Pitiusas, la isla de Menorca incrementó sus operaciones en un 9%.
Debido a que cada vez es más complicado encontrar espacio para construir, y que el disponible tiene un precio muy elevado, las ventas de nuevos inmuebles han bajado en un 15% del año 2017 al 2018. Se realizaron tres veces más operaciones relacionadas con casas usadas, en total 1.269 compraventas, aunque en este caso también hubieron un 15,2% de operaciones menos respecto con las 1.497 del año anterior. Comparados a lo que sucedía en el año 2008 (época del Boom del ladrillo) donde se vendieron 1424 pisos nuevos y 375 usados.
Más fincas rústicas
En 2018 se transmitieron los derechos de la propiedad de 6.638 fincas de las Pitiusas, de las cuales 1.086 eran rústicas (un 3,8% más que el año anterior) y 5.552 eran urbanas.
De estas últimas, 3.036 eran viviendas (un 5,4% menos que en 2017), 167 solares (-24,7%) y 2.348 aparecen en el apartado «otras», que incluye garajes, locales comerciales, oficinas, trasteros... también cayó un 4,8%.
De las 3.036 viviendas, 114 fueron donaciones, el mayor número registrado en Ibiza y Formentera en su reciente historia. Hubieron además 10 permutas y 321 herencias (casi 12% más en términos interanuales).